1976- 24 de Marzo- 2011 - Argentina -
En cada esquina un rati nos vigila. En democracia como en dictadura también se somete, se desaparece, se mata y tortura. No es que olvidemos la sangrienta maquinaria milica que eliminó a más de 30.000 luchadorxs, ni tampoco el cómplice silencio social que lo permitió, pero en este presente nuestra vida sigue hipotecada, porque seguimos trabajando por miserias postergando los encuentros fraternos, explotándonos para consumir los días.
En democracia, un buen número aplaude tener “TV PARA TODOS”, en vez de apagarla y vivir lo que pasa en la calle sin una pantalla de por medio. Radio, jubilación, fútbol, asignación universal por hijx, matrimonio igualitario, trabajo en blanco: durante años resuenan como ecos engañosos y conformistas. Intelectuales, ricxs, políticxs y pobres resignadxs defienden una farsa que no se sostiene frente a la brutalidad diaria.
En Vicente López, la policía reprimió como en Andalgalá a lxs que se cansaron de que el poder y la ambición por el dinero destruyan lo poco que de naturaleza queda. Todo se pierde, todo se contamina por la guita, asegurada por el visto bueno de tecnócratas y científicos. Otra huelga de hambre en las cárceles, esta vez en Ezeiza travestis y trans se arriesgan a la muerte porque ya no soportan un día más de encierro, de humillación, de ese invento del SIDA que mata millones y condena al experimento a otrxs tantxs, de esa violencia contra sus deseos por no ser lo que dice la norma. Otra chica que desaparece por la mafia que crea y sostiene la prostitución, la mafia de policías y empresarios para satisfacer hipócritas clientes. Otra mujer que es secuestrada en esta naturalidad denominada Patriarcado, que consume cuerpos como mercancías.
Otro caso más de gatillo fácil encajonado por la Justicia del sistema, que nos demuestra que mientras sigamos reclamándole algo, siempre nos iremos desilusionadxs y quebradxs de bronca. Otra comunidad indígena más que pretenden eliminar en el norte de Chubut como lo han hecho desde 1492: si no es con una matanza sistematizada, es con el saqueo a los recursos que da la tierra transformando la cultura y condenando al hambre y a la indigencia extrema; y para lxs que se cansen de victimizarse y dan un paso al frente, ahí irá gendarmería a matar como en Formosa a lxs hermanxs Qom.
En Chile, mapuches, rebeldes y anarquistas son perseguidxs con todo el poder del Estado, desde el 21 de febrero en huelga de hambre, luchadorxs televisivamente acusados de terroristas resisten desde la prisión y en las calles compañerxs solidarixs enfrentan la represión policial. En Libia, los emperadores de siempre bombardean jactándose de “humanismo para el orden social y para terminar con la dictadura de Khadaffi”, cuando lo que pretenden es apagar la revuelta que estalló. En Japón, después de la sublevación de la Naturaleza, respiran la monstruosidad atómica generada para sostener la vida industrial y el consumo urbano.
El paisaje parece desolador cuando se lo contempla, pero cuando se intenta sentir el vivir, todo cambia. La resistencia es dignidad contagiosa, y la esperanza crece en luchas compartidas. Si en democracia la clave para el control esta en la conformidad, quien se despierta y anima a rebelarse siempre va a ser señaladx como inadaptadx, pero nunca va a estar solx.
¡Viva el insaciable combate contra la miseria de lxs opresorxs!
¡Hasta derribar cada una de las jaulas físicas y mentales!
¡Viva el sueño por un mundo sin autoridad y en libertad!
¡VIVA LA ANARQUIA!
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