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16/10/18

Intervención de Magui Bellotti - Feminista Abolicionista - en el 33º ENM

(Trelew) Nuestra compañera feminista abolicionista, integrante la Campaña Abolicionista Nacional “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”  Magui Bellotti,  fue parte de la comisión del 1er. Encuentro Nacional de Mujeres.

Querida cumpa, gracias por ser parte de ese grupo de mujeres que nos marcaron el camino y generaron la huella que aún transitamos hacia la libertad y autonomía de nuestras vidas.

33 años de Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM) sin claudicar!!!

El sistema prostituyente se va a caer, se va a caer!!!

Gracias Mirta Fiorucci por la filmación del video!







21/8/17

Más allá de los dichos de Cordera: patriarcado y cultura de la violación

Comparto el excelente art. escrito por nuestro querido y respetado compañero de ideas, el historiador e investigador Federico Mare el 26/08/2016, a casi un año ya de su publicación en "La Izquierda Diario", tienen plena vigencia sus letras.
Federico Mare Historiador y ensayista Viernes 26 de agosto de 2016 | Edición del día "Es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años con la concha caliente quiera coger con vos, vos no te las puedas coger". "Si yo tengo algo bueno para darte, puedo desvirgarte como nadie en el mundo". "Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas, y sienten culpa por no poder tener sexo libremente. Quieren jugar a eso. A mí no me gusta jugar a eso, pero hay gente a la que sí. Somos muy complejos los seres humanos". "A mí, lo discursivo no me dice nada. ¿Qué son los ’derechos de la mujer’? A mí, háblame de cómo te sentís, y te entiendo. Pero si me hablás de derechos, no te escucho porque no creo en las leyes de los hombres; sí en las de la naturaleza". Estas declaraciones machistas y misóginas (verdadera apología de la violación sexual) pertenecen, como es vox populi por el escándalo que suscitaron, al cantante y compositor de rock Gustavo Cordera. Fueron hechas el pasado 8 de agosto en una conferencia con estudiantes de periodismo organizada por TEA, luego de que una joven le pidiera una opinión acerca de las denuncias por abuso sexual contra Cristian Aldana y José Miguel del Pópolo. Trascendieron porque uno de los alumnos presentes decidió difundirlas luego vía Facebook, y rápidamente se viralizaron a caballo de la indignación. Cordera, desesperado, ensayó como defensa una mentira de patas cortas: lo que había dicho no era lo que realmente pensaba, sino una provocación ex professo para estimular la participación y disparar el debate, en el marco de una suerte de psicodrama que había sido previamente pactado con las docentes. Pero como muy pronto se supo, ese supuesto psicodrama no sólo no fue explicitado o sincerado jamás al curso, sino que nunca hubo una charla anterior al respecto con las profesoras, quienes discutieron con él al final de la entrevista, y repudiaron luego ante la prensa sus dichos. Ergo, Cordera mintió para tratar de salvar su pellejo. Fue un manotazo de ahogado. La idea de este escrito no es quedarse en el repudio del exabrupto corderiano (…) La propuesta es, en definitiva, indagar el contexto sociocultural que explica por qué Cordera y tantos otros hombres razonan y opinan como lo hacen. Pero Cordera dista mucho de ser una excepción, un caso aislado. La sociedad argentina está llena de varones que piensan como él, y que se expresan en términos parecidos, sean o no celebridades, tengan o no un micrófono adelante. La idea de este escrito no es quedarse en el repudio del exabrupto corderiano, sino trascender, mediante el pensamiento crítico, esa anécdota noticiosa. La propuesta es, en definitiva, indagar el contexto sociocultural que explica por qué Cordera y tantos otros hombres razonan y opinan como lo hacen. Penetrar, en el imaginario masculino patriarcal (aun en su variante menos misógina o más cortés), es someter y humillar. Es practicar el coito como relación de poder, como instancia decisiva de la cotidianeidad donde se renueva y confirma, e incluso se legitima, el dominio real o ilusorio sobre la mujer, en cuyo cuerpo se necesita ver, imperiosamente, una res privata, una cosa propia. Ese deseo de sujeción y posesión, esa fantasía erótica que experimenta el varón machista, puede ser, desde luego, más o menos consciente, más o menos inconsciente. Puede variar, además, de forma e intensidad. Pero siempre late en dicha pulsión el afán de dominar, cosificar y deshonrar a la mujer, la aspiración de mantenerla en un lugar de inferioridad y sumisión. La sexualidad de los hombres, cuando es androcéntrica, nunca deja de exhibir o esconder, en sus impulsos, la libido dominandi y el orden jerárquico inherentes al patriarcado. Aun en aquellos casos donde las idealizaciones románticas consiguen sublimar tales impulsos, alejándolos del sadismo más descarnado o del maltrato más brutal, el machismo jamás pierde su esencia autoritaria, ni deja de ser una modalidad de violencia simbólica que reproduce la desigualdad de género. ¿Cuáles son los emergentes culturales observables de la creencia masculina según la cual la penetración constituye un acto de sometimiento y humillación? Muchos, sin duda, y mencionarlos todos no es dable aquí, por razones de espacio. Pero hay uno que resulta particularmente revelador: el habla informal de todos los días. Las guarangadas, los insultos, las descalificaciones, los agravios, las cargadas, los chistes verdes, etc., están saturados de un machismo visceral, y en no pocas ocasiones, también de misoginia. El verbo coloquial coger, una y otra vez, es usado como sinónimo de someter y/o humillar. Para el varón machista, no hay ofensa peor, ultraje mayor, que la de ser "rebajado" a la condición de mujer. Porque la mujer, en la concepción androcéntrica de la sexualidad, no penetra; es penetrada. Y la penetración, al mismo tiempo que comporta poder y prestigio para quien la lleva a cabo, entraña sumisión y deshonra para quien la recibe. No es necesario explayarse con ejemplos que lo ilustren. Gran parte de los improperios y las groserías más hirientes, como los que se escuchan en las riñas callejeras y los estadios de fútbol, en las discusiones domésticas o reyertas vecinales, están construidos directa o indirectamente sobre esa premisa ideológica. Otro tanto sucede con las chanzas entre amigos o compañeros de trabajo. En todos esos casos, lo que pone en jaque a la hombría (en serio o en broma) es la evocación de una imagen mental que al varón patriarcal le causa profunda repulsión: verse por un instante, contra su deseo, como una mujer que está siendo cogida, penetrada. Con humor o sin él, la evocación de esa imagen tan "repugnante" hace zozobrar el pundonor del hombre machista; pundonor que no es asumido como un derecho humano, como dignidad, sino como un privilegio de género que se debe proteger en todo momento y a cualquier precio. Todo lo dicho hasta aquí nos permite comprender por qué hablar de una cultura de la violación en nuestro país (…) no tiene nada de exageración tremendista ni de fabulación paranoide. El fenómeno existe, y negarlo es tan necio como querer tapar el sol con las manos. Los insultos y chistes homofóbicos responden, en el fondo, a la misma lógica. Cuando un varón patriarcal, en medio de un altercado, monta en cólera porque su interlocutor busca provocarlo o afrentarlo llamándolo puto, o cuando, en una francachela, se incomoda porque sus amigotes hacen bromas sobre su sexualidad, lo que tiene in mente (y lo mortifica sobremanera) no es al gay que asume el rol "activo", sino al que asume el rol "pasivo", ya se trate de coito anal o felación. El agraviado sabe muy bien que el agraviante se refiere tácitamente a lo segundo, no a lo primero. Y siendo así las cosas, la indignación que experimenta el hombre machista no podría ser mayor. Decirle o sugerirle que es un marica "pasivo", viene a ser, en su universo simbólico, más o menos lo mismo que decirle o sugerirle que es una mujer penetrada, o sea, una mujer sometida y humillada. De ahí su disgusto, de ahí su rabia. Aunque muchos no sean conscientes de ello, ni quieran reconocerlo, la homofobia tiene un altísimo componente misógino. Todo lo dicho hasta aquí nos permite comprender por qué hablar de una cultura de la violación en nuestro país, como proponen tantas y tantos cientistas sociales de diversas disciplinas (psicología, antropología, sociología, etc.), no tiene nada de exageración tremendista ni de fabulación paranoide. El fenómeno existe, y negarlo es tan necio como querer tapar el sol con las manos. La cultura de la violación en Argentina no se reduce, por cierto, a los casos de abuso, sometimiento y agresión sexuales encuadrables en el art. 119 y ss. del Código Penal. No se restringe a los hechos criminales más morbosos o sensacionales que la prensa hegemónica de masas considera noticias policiales. Tales casos y hechos apenas son la punta del iceberg. Debajo de ellos, detrás de todos esos episodios espectaculares de violencia física que han salido a la luz gracias a su paroxismo de barbarie psicopática o sociopática, hay una inmensa masa de creencias, valores, normas no escritas, prejuicios, estereotipos, actitudes, tradiciones y prácticas que los naturalizan, legitiman, fomentan y perpetúan. Esa mole sumergida en las oscuras aguas de la sociedad patriarcal y la ideología machista, allí donde el sentido común nunca bucea, es la cultura de la violación. Esa cultura es la que enseña y acostumbra a los varones, desde muy jóvenes, a cosificar a las mujeres, a desearlas y tratarlas como objetos; la que los habitúa a negar o minimizar la violencia de género, o a trivializar una violación como "sexo duro"; la que les hace pensar que no es tan terrible "sacarse las ganas" cuando el consentimiento femenino, pretextan, "no fue tan claro"; la que los induce a imaginar que la culpa nunca es del violador, y siempre de la víctima, por andar "provocando" (sonreír, mirar a los ojos, vestir sin "recato", coquetear, flirtear, ir sola por la calle, emborracharse, decir no para histeriquear, etc.). Esa cultura es la que, también, los vuelve propensos a autovictimizarse como damnificados de la "maledicencia misándrica" (léase: crítica feminista); y la que tiende a convencerlos, incluso, de la "necesidad" y el "deber" de penetrar a las mujeres (aunque ellas, por su "histeria", crean que no lo desean cuando sí lo desean) para poder "ayudarlas" a superar su presunta represión sexual (megalomanía androcéntrica de ribetes mesiánicos sobre la cual Martín Kohan ha escrito palabras muy lúcidas en su reciente columna El machismo de Cordera). Mitos, mitos y más mitos. Todos sofismas pro domo de un sistema opresivo e inicuo que, en medio de la crisis de legitimidad que lo corroe y exaspera, busca perpetuarse en el tiempo. Por lo general, apelando a las mentiras más rancias y toscas de la tradición machista clásica. Pero también, cada vez más (sobre todo en las grandes urbes de los países anglosajones), haciéndose eco de la sofistería posmoderna del llamado masculinismo. Hay, pues, una cultura de la violación. La hubo y la sigue habiendo, aunque algunos no quieran verla. Los dichos de Cordera tienen en esa cultura machista, androcéntrica y misógina su origen y su explicación, su sustrato y su causa. La cultura de la violación resulta palpable en muchas cosas. Una de ellas, sin duda, es la industria de la pornografía, con toda su cohorte de obsesiones sicalípticas y clichés rocambolescos: el falocentrismo, la exaltación del macho recio y prepotente, la mujer ninfómana, el culto primitivista al semental fogoso e insaciable, la dama que sabe y quiere ser una puta en la cama, el hard sex rayano en la violencia, la visión burdamente instrumental de la partenaire… Las revistas y películas pornográficas deben su éxito masivo a la explotación sistemática de aquellas fantasías masculinas más escabrosas ligadas al coito como violación, y a la feminidad como sumisión, humillación o prostitución. Otro caldo de cultivo para la cultura de la violación son los medios de comunicación y la publicidad, con su retahíla de estereotipos de género al servicio del mercado capitalista: mujeres drásticamente reducidas a objetos apetecibles, a cuerpos semidesnudos, a tetas y culos, a fetiches, a mercancías; hombres incitados a comprar desodorantes, afeitadoras, prendas de vestir, autos, camionetas, bebidas alcohólicas y otros muchos productos en aras de conseguir o preservar la ansiada hombría (como si la hombría fuese algo de vida o muerte); mujeres impelidas a consumir compulsivamente artículos de cosmética que obren el "milagro" de volverlas irresistibles a los ojos exigentes del varón; machos depredadores necesitados de sexo y hembras en celo eternamente disponibles, y un largo etcétera. Identidades de género normativizadas, mercantilizadas, masificadas, empobrecidas, idiotizadas, domesticadas... En suma, feminidades y masculinidades hechas a medida del capitalismo patriarcal, funcionales a sus intereses. En muchas partes del mundo (sobre todo en aquéllas donde persiste la idea atávica de que la decencia familiar o clánica descansa esencialmente en la virginidad de las solteras y la castidad de las casadas), la cultura de la violación se sigue manifestando con virulencia, además, en su variante más aterradora: soldados que violan o esclavizan sexualmente a las mujeres del bando contrario con el afán de poseerlas y deshonrarlas, de cosificarlas y hundirlas en la ignominia; pero también con el propósito de escarnecer y desmoralizar a los combatientes rivales, en una suerte de guerra sucia psicológica. Vale decir, violan o esclavizan a las mujeres en tanto "sexo débil", pero también en tanto hijas, novias, esposas, madres o hermanas de sus enemigos, cuya reputación u hombría quedaría hecha añicos por no haber sido capaces de defenderlas. Andrea D’Atri ha puesto la lupa en este fenómeno, y con muy buen tino, en su artículo Y tu cabeza está llena de ratas…, publicado el pasado 11 de agosto. La cultura de la violación se expresa, asimismo, en altísimas tasas de violaciones conyugales y femicidios. Maridos que, asumiéndose como amos y señores de "sus" mujeres, como propietarios de sus cuerpos, las someten sexualmente cuando se les antoja, ya sea para saciar el apetito que no los dejaría dormir (y que hay que comprender y disculpar porque la naturaleza varonil "es más fuerte" que la civilidad de los derechos humanos), o bien, para castigarlas por algún atisbo de rebeldía o independencia personal. Pero también, ex novios o ex maridos que, por despecho y rencor, deciden vengarse de sus antiguas parejas violándolas y/o asesinándolas. Las estadísticas de violaciones y femicidios en Argentina son aterradoras, y eximen de mayores comentarios. Hay, pues, una cultura de la violación. La hubo y la sigue habiendo, aunque algunos no quieran verla. Los dichos de Cordera tienen en esa cultura machista, androcéntrica y misógina su origen y su explicación, su sustrato y su causa. Y también, claro está, su apologética. Esa apologética, por fortuna, va perdiendo progresivamente, merced a la labor de zapa del feminismo (teórica y práctica), la credibilidad social y eficacia ideológica que alguna vez supo tener. La va perdiendo, bien digo, pues no la ha perdido del todo. Sigue emponzoñando muchas conciencias, tanto de hombres como de mujeres. Cada día es más evidente que el patriarcado, lo mismo que el capitalismo y otros flagelos sociales, no se extinguirá solo, por muerte natural. Será imperioso, tarde o temprano, precipitar su caía redoblando esfuerzos en la lucha mancomunada. Lucha mancomunada de las mujeres, ante todo. Pero también, no lo olvidemos, de los propios varones. Fuente:

1/8/16

ENTREVISTA A DELIA ESCUDILLA

Audio: kasandrxs "LA PROSTITUCION NO ES TRABAJO, ES UNA DE LAS PEORES VIOLENCIAS EJERCIDAS SOBRE LAS MUJERES Y TRAVESTIS NIÑAS ADULTAS Y VIEJAS. DELIA ESCUDILLA, SOBREVIVIENTE DE LA PROSTITUCIÓN-PSICÓLOGA SOCIAL Y ABOLICIONISTA".

4/6/16

"Interpelar al colectivo de varones"

Por: Marcela Dángelo.
“Para decir “Ni una menos” hay que interpelar al colectivo de varones!!..he visto en la marcha varones de la CTA adhiriendo a “Ni una menos” Yo sé que voy a ser polémica porque hay varones que son sinceros en su concurrencia…les propongo que organicen una marcha de varones levantando la bandera de “Ni uno más” ni un golpeador, prostituidor, ni un patriarca más, para que no haya ni uno más de los feminicidio/travesticidio, violencias de todo tipo que siguieron cometiéndose a pesar de la otra marcha..y que “Ni una menos” seamos las víctimas las que nos expresamos…..DIGAMOS BASTA DE CARETEOS COMPROMISO y LUCHA para el cambio cultural…BASTA de COLGARSE de NUESTRAS TETAS!!!!” Salud y RS!!!

"No hay día de la trabajadora sexual"

La voz de Delia Josefa Escudilla, sobreviviente abolicionista de la prostitución: “no hay día de la trabajadora sexual, porque la prostitución no es trabajo ES UNA DE LAS PEORES VIOLENCIAS CAIDAS SOBRE CUERPOS DE MUJERES NIÑAS VIEJAS Y ADULTAS NO ES TRABAJO AUTONOMO, SER PENETRADA MAS DE 10 VECES EN UNA TARDE POR PUTEROS DESCONOCIDOS, MALHOLIENTES, VIOLENTOS, QUE POR PAGAR SE CREEN DUEÑOS DE LA VOLUNTAD DE LA MUJER, NO HAY TRABAJO AUTONOMO AUTOGESTIVO, CUANDO UNA EXTREMA NECESIDAD LLEVA A UNA MUJER POBRE A PARARSE EN UNA “PUTA ESQUINA”, DEJANDO TERRIBLES SECUELAS FÍSICAS, PSÍQUICAS Y EMOCIONALES.

1/6/16

Es tu culpa

Por: Pablo Scatizza
Vos originás este drama. Lo venís originando desde hace miles de años, y lo seguís haciendo. Tu supuesta hombría no repara en las consecuencias que provoca, y lo naturalizás de tal manera que jamás te harías cargo del delito que estás apañando. No te llamo delincuente porque técnicamente no lo sos. Pero sí sos el culpable de que este delito exista. Vos lo provocás al suponer tan naturalmente que no obligás a hacer nada malo a nadie si pagás por lo que querés. Como quién compra un caramelo en un kiosco, vos pagás por una mujer que te la chupe. Vos querés coger, y vas y le pagás a un mina. Ni siquiera a una mina; le pagás a una puta, que para vos es mucho menos que una mujer. Total, qué tiene de malo, ¿no? Eso pensás, y eso piensa gran parte de la sociedad formateada con el discurso misógino y machista que supone a la mujer como un objeto susceptible de ser comprado, vendido o alquilado. Que está convencida que a ciertas mujeres les encanta que tipos bien machos como vos, por ciento cincuenta pesos, las maltraten, las manoseen y pasen su sucia lengua por todos lados, y luego (si se les para) les rompan el culo durante media hora. Esa gran parte de la sociedad que se pregunta con cara de desaprobación por qué estas chicas no se buscan un trabajo normal, para luego responderse con cara de obviedad que evidentemente les es más cómodo y redituable chupar una pija apestosa antes que trabajar de empleadas domésticas. Eso pensás y eso piensan lo que piensan como vos. Sin reparar siquiera que por tu culpa, por tipos como vos, dos millones y medio de mujeres (pobres) al año son reclutadas por redes de prostitución, generando anualmente unos 7 mil millones de dólares de ganancia. Ganancia para los explotadores de la prostitución ajena, por supuesto. No para todas esas mujeres que son obligadas a alejarse de sus familias, de sus hijos e hijas, quienes sobreviven a su pobreza con las míseras monedas que aquellas les envían y que obtienen por ser violadas-bajo-consentimiento. Ya te imagino con tu postura de autosuficiencia diciéndome que ellas trabajan de putas porque así ganan más que con otros trabajos, que la mayoría de ellas no se considera violada y que tienen total libertad para moverse e irse de esos cabarets y whiskerías de mala muerte cuando así lo deseen. Ya te imagino, diciéndome que vos también estas en contra de la prostitución de menores y de que se someta a las mujeres, y que vos sólo te cogés a las mujeres que eligen trabajar de putas, y que al hacerlo no las estás obligando a nada. Y te imagino así, subrayando la palabra “eligen”. ¿Pero no te das cuenta, imbécil, que es tu deseo prepotente el que genera todo esto? ¿No te das cuenta que si no existieran tipos como vos no habría red de trata que subsistiera? ¿O de dónde te crees que salen esos 7 mil millones de dólares que anualmente se generan por este flagelo? Deberías saber, macho cabrío, que las mujeres que son cooptadas por estas redes están en una situación de total vulnerabilidad, que son pobres, que en su mayoría provienen de países pobres y que la pobreza es su condición estructural. Que hasta ellas mismas muchas veces naturalizan su explotación, porque la viven desde que nacieron, porque las vivieron su madre y sus hermanas, y sus amigas pobres que tuvieron que prostituirse para poder sobrevivir. Porque sí, porque la pobreza estructural generada por el capitalismo genera también la posibilidad de sobrevivir gracias a la existencia de machos como vos; gracias a la existencia de toda una sociedad que avala la explotación sexual como un trabajo legítimo. La prostitución no es un delito y cada persona puede hacer con su cuerpo y con su vida lo que le plazca. Es cierto. Y si a una mujer “decide” prostituirse en su propia casa y cobrar por el alquiler de su cuerpo lo que ella desea, en última instancia es su problema. Aunque podríamos rastrear también qué tanto de “decisión” hay, y si no elegiría otro trabajo si tuviera la oportunidad. Incluso si lo hace por poder o por lograr determinados objetivos. Lo que sí es un delito, y del cual vos machito te transformás en cómplice, es la explotación de la prostitución ajena, es la trata de mujeres, es el tráfico de personas. Es la cooptación de mujeres en situación de extrema vulnerabilidad, generalmente con ofertas engañosas de empleos domésticos o comerciales publicadas en el diario, y por los cuales se les ofrece ganancias cuantiosas y alojamiento, para luego tenerlas hacinadas en cuartos de dos por dos y cuyo único capital es la valija en la que tienen su ropa y un puñado de cartas y dibujos hecho por el hijo o la hija que quedó al cuidado de sus padres en su país de origen. Explotadores que luego se quedan con la mitad del “pase” que vos pagás para cogértelas, con el convencimiento que tenés la libertad para hacer lo que quieras con tu pene erecto siempre y cuando no sea por la fuerza, aunque si tu cerebro estuviera en tu cabeza y no en tu falo comprenderías que si vos no pagaras, la explotación de la prostitución ajena y la trata de mujeres con fines de explotación sexual no existiría. Pero, lamentablemente, ahí está el problema. Tenés hueca la cabeza y tu cerebro descansa en la punta de tu pija. Y por eso, vos tenés la culpa. Fuente click en el enlace:

31/5/16

Volante de la Campaña Abolicionista " “Ni una Mujer más Víctima de las Redes de Prostitución”

PARA PODER EXIGIR “NI UNA MENOS” HAY QUE LUCHAR POR LA ABOLICIÓN DEL SISTEMA PROSTITUYENTE * Abolir el sistema prostituyente es derogar toda norma y terminar con todas las prácticas que penalizan y persiguen a las personas en situación de prostitución. * Abolir el sistema prostituyente es reconocer la responsabilidad de los varones prostituyentes que ven en las personas prostituidas meros objetos para su goce. * Abolir el sistema prostituyente es reivindicar una sexualidad libre y placentera, sin las cadenas de la desigualdad, la violencia y la opresión. * Abolir el sistema prostituyente es restituir los derechos vulnerados a todas las mujeres, las niñas y niños, las travestis, transexuales y transgéneros en situación de prostitución. Es obligación del Estado garantizar el acceso al trabajo la alimentación, la educación, la vivienda, la salud y la cultura. * Abolir el sistema prostituyente es comprender que nos afecta a todas las mujeres, que nos convierte en cosas para exhibir y consumir. * Abolir el sistema prostituyente es entender el profundo carácter moralista y discriminatorio de considerar que un grupo determinado de personas está destinado a satisfacer las necesidades sexuales de otros. * Abolir el sistema prostituyente es penalizar a proxenetas, fiolos, tratantes y sus cómplices, dentro y fuera del Estado. POR UN MUNDO SIN OPRESION NI EXPLOTACIÓN SIN VIOLENCIA: NI FEMINICIDIOS NI TRAVESTICIDIOS SIN SISTEMA PROSTITUYENTE, NI TRATA “Ni una Mujer más Víctima de las Redes de Prostitución” www.campaniaabolicionista.blogspot.com Facebook.com/campana.abolicionista E mail: niunavictimamas@yahoo.com.ar PARA PODER EXIGIR “NI UNA MENOS” HAY QUE LUCHAR POR LA ABOLICIÓN DEL SISTEMA PROSTITUYENTE * Abolir el sistema prostituyente es derogar toda norma y terminar con todas las prácticas que penalizan y persiguen a las personas en situación de prostitución. * Abolir el sistema prostituyente es reconocer la responsabilidad de los varones prostituyentes que ven en las personas prostituidas meros objetos para su goce. * Abolir el sistema prostituyente es reivindicar una sexualidad libre y placentera, sin las cadenas de la desigualdad, la violencia y la opresión. * Abolir el sistema prostituyente es restituir los derechos vulnerados a todas las mujeres, las niñas y niños, las travestis, transexuales y transgéneros en situación de prostitución. Es obligación del Estado garantizar el acceso al trabajo la alimentación, la educación, la vivienda, la salud y la cultura. * Abolir el sistema prostituyente es comprender que nos afecta a todas las mujeres, que nos convierte en cosas para exhibir y consumir. * Abolir el sistema prostituyente es entender el profundo carácter moralista y discriminatorio de considerar que un grupo determinado de personas está destinado a satisfacer las necesidades sexuales de otros. * Abolir el sistema prostituyente es penalizar a proxenetas, fiolos, tratantes y sus cómplices, dentro y fuera del Estado. POR UN MUNDO SIN OPRESION NI EXPLOTACIÓN SIN VIOLENCIA: NI FEMINICIDIOS NI TRAVESTICIDIOS SIN SISTEMA PROSTITUYENTE, NI TRATA “Ni una Mujer más Víctima de las Redes de Prostitución” www.campaniaabolicionista.blogspot.com Facebook.com/campana.abolicionista E mail: niunavictimamas@yahoo.com.ar

Aniversario de La Campaña Abolicionista: “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución"

Gacetilla ANIVERSARIO se agradece difusión ESTE 4 DE JUNIO SE CUMPLEN 9 EN QUE VENIMOS ACTIVANDO SOBRE LA CONSTRUCCION DE REFLEXIONES SOBRE LA PROSTITUCIÓN Y LA TRATA con TALLERES, PUBLICACIONES, ACCIONES PÚBLICAS, APOYO A FAMILIARES, ORGANIZACION CON MUJERES EN SITUACION DE PROSTITUCIÓN, JORNADAS ABOLICIONISTAS EN TODO EL PAIS HACE YA MÁS DE 30 AÑOS QUE MUCHAS DE NOSOTRAS TRABAJAMOS EL ABOLICIONISMO. El abolicionismo pretende un mundo sin prostitución. Pero ello no puede ser el resultado de la represión sobre las personas en situación de prostitución, sino de sociedades y Estados capaces de generar puestos de trabajo y condiciones de vida dignas, vivienda, salud y educación para todas las personas y particularmente para las personas en situación de vulnerabilidad social. Como decíamos en nuestro 7º aniversario: Decidimos formar esta campaña abolicionista, partiendo acuerdos y conceptualizaciones sobre la prostitución y la trata con estos fines. Como decimos en nuestros acuerdos iniciales, está convocada por colectivas y mujeres que actuamos desde una perspectiva feminista abolicionista basada en los derechos de las humanas, que nos permitió comprender que la prostitución y la trata son dos caras de una misma violencia contra las mujeres y demás personas prostituidas, Pensamos que la prostitución no es un trabajo, que forma parte de un sistema, el sistema prostituyente y que el origen de la prostitución se encuentra en la desigualdad social, sexual, política y cultural entre varones y mujeres que hace que los varones dispongan de dinero para comprar cuerpos y usarlos sexualmente. No partimos de la idea liberal de la prostitución, tratada en términos individuales, naturales, morales o voluntaristas que sostiene que es un acto aislado de una mujer o grupo de mujeres que un día resuelven por la causa que sea dedicarse a la prostitución, sino que la definimos como es una institución patriarcal como un problema social, basado en la opresión de las mujeres. Nos oponemos a las definiciones tradicionales de la prostitución que dicen en su mayoría que consiste en prestar servicios de naturaleza sexual a personas indeterminadas y por un precio, poniendo la acción y la responsabilidad en las personas prostituidas. Por el contrario se trata de un acto o conjunto de actos por el cual una persona llamada prostituyente o prostituidor compra o alquila por un precio en dinero o en especie el cuerpo de una persona/mercancía (o tratada como mercancía) para usarla sexualmente, para imponerle su sexualidad en razón de su mayor poder sexual, económico, social. El ejercicio de la sexualidad se transforma en relaciones de dominio y/o poder sobre el cuerpo y la sexualidad de otra persona. Es un acto de devaluación de todas las mujeres y de las personas prostituidas. Para satisfacer esta demanda está organizado el sistema prostituyente, como un sistema de relaciones sociales determinadas, con normas que las regulan, con estructuras y una cultura que las sostienen, con instituciones y con actores. Nuestra colectiva es autofinanciada porque creemos que esto nos permite ser libres de presiones del sistema prostituyente que con sus dineros ha intentado e intenta condicionar las interpelaciones sobre la prostitución y centrar todas las miradas sobre la trata, dejando intacto el “negocio” y perpetuando la explotación. PARA EXIGIR “NI UNA MENOS” DEBEMOS LUCHAR POR LA ABOLICION DEL SISTEMA PROSTITUYENTE
subimos aparte el volante que repartiremos en marcha de “Ni una menos” Convocamos de esta Campaña Abolicionista: Campaña Abolicionista Ciudad de Bs. As.: ATEM “25 de noviembre” – Asoc. de Mujeres Argentinas por los DDHH (AMADH CABA) - Seminario de DDHH con perspectiva de género Facultad de Filosofía y Letras UBA – Librería de Mujeres, Taller permanente de la Mujer – Espacio Alternativo , Arte Itinerante – Feministas en Acción – Mujeres Libres – Fundación Agenda de las Mujeres - Feministas Independientes de la Ciudad de Bs As – Mujeres del Periódico El Espejo – ADI(Asociación por los Derechos de la Infancia ) - Asociación Civil Nuestras Manos - Feminista independientes . Campaña Abolicionista Santa Fe: Asociación Civil Generar – Silvina Sierra, Nidia Kreig, Analia Sterli – Asoc. de Mujeres Argentinas por los DDHH ( AMADH Santa Fe). Campaña Abolicionista Tucumán: Asoc. de Mujeres Argentinas por los DDHH (AMADH –Tucuman), Las Liliith Feministas de Tucumán. Campaña Abolicionista Santa Rosa la Pampa: Mujeres por la solidaridad – Mirta Fiorucci - Mónica Molina. Campaña Abolicionista Provincia de Bs As: La Plata: Colectiva Feminista Las Azucenas San Clemente: Mujeres de las Orillas Quilmes: Asociación Nacional Abolicionista Campaña Abolicionista Neuquén: Carmen Capdevila E mail:niunavictimamas@yahoo.com.ar

28/5/16

LA PROSTITUCIÓN NO ES UN TRABAJO: ES UNA FORMA DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

“NI UNA MUJER MÁS VÍCTIMA DE LAS REDES DE PROSTITUCIÓN” Existen hoy dos posiciones respecto a la prostitución: *La que la considera un trabajo como cualquier otro y una elección libre, fruto de un contrato entre dos individuos: cliente y mujer prostituida. *La que, en cambio, sostiene que la prostitución es una forma de violencia contra las mujeres. Nosotras decimos que la prostitución es una forma de violencia contra las mujeres, una violación de los derechos de las humanas, porque: *La prostitución se inscribe en las relaciones de opresión patriarcales, que colocan a los varones del lado del dominio y a las mujeres de la sujeción. La pregunta no es, ¿por qué las mujeres ingresan a la prostitución?, sino: ¿por qué tantos varones compran cuerpos de mujeres y niñas para la satisfacción de su sexualidad? *No es un contrato entre “cliente”-prostituyente y mujer en prostitución, porque no se puede hablar de consentimiento – condición de todo contrato - en condiciones de profunda desigualdad. Las mujeres no “se prostituyen”, son prostituidas por “clientes” y proxenetas protegidos por el Estado, compelidas por la necesidad económica, por presiones de todo tipo, por la violencia material y simbólica, por costumbres e ideas contenidas en los mensajes culturales que consideran que las mujeres de todas las clases sociales somos objetos disponibles para satisfacer supuestas “necesidades” de los varones también de todas las clases. *La relación entre “cliente”-prostituyente y mujer prostituida no es una relación laboral entre empleador y empleada ni entra dentro del campo del derecho del trabajo. *Ninguna forma de trabajo puede separarse del cuerpo. Pero en la prostitución el comprador obtiene derecho unilateral al uso sexual del cuerpo de una mujer. El “cliente” prostituyente le impone su cuerpo, su sexualidad y su placer a la mujer prostituida. El placer de ella no importa. No es un intercambio sexual recíproco. * Hechos que en cualquier trabajo se consideran acoso o abuso sexual: los toqueteos, las violaciones, las insinuaciones verbales, los requerimientos sexuales indeseados, en la prostitución forman parte de la naturaleza misma de la actividad. ¿Cómo reclamarían las mujeres prostituidas contra el acoso sexual, el abuso o la violación?. ¿Con qué parámetros se mediría? Considerarla trabajo legitima la violencia y las desigualdades sociales y sexuales entre varones y mujeres. *En todo trabajo está comprometida la subjetividad, pero en la prostitución lo está de una manera más profunda, ya que existe una relación inseparable entre cuerpo y subjetividad, entre cuerpo y sexualidad. La sexualidad es una parte fundamental e inescindible de la construcción de identidad. La identidad sexual está marcada por la masculinidad y la femineidad socialmente construidas, es decir por la desigualdad jerárquica entre los sexos. La prostitución daña a las mujeres de una manera muy distinta a la del trabajo. * La prostitución produce daños físicos y psíquicos que algunos estudios comparan con los sufridos por quienes padecen una guerra. * Si prostituir menores de 18 años se considera un delito, ¿cómo puede convertirse en un trabajo y en una elección libre el día en que la mujer cumple 18 años?. El trabajo infantil está prohibido (en nuestro país, antes de los 14 años), pero se promueve la preparación educativa de niñas y niños para sus futuros trabajos: escuelas técnicas, comerciales, de magisterio, etc. Si la prostitución es trabajo, ¿cómo se formaría a las niñas para el mismo?, ¿cuáles serían los cursos de aprendizaje? ¿secundarios con orientación servicio sexual? ¿dónde y con quiénes se harían las prácticas? ¿con los padres, con los tíos, con los maestros?. *Considerar a la prostitución trabajo favorece la trata y la legalidad de proxenetas y rufianes, al convertir la explotación sexual en un negocio legal. *Sirve también para crear la ficción de un descenso en la tasa de desempleo, útil para mejorar la imagen de la actual fase del capitalismo, que se caracteriza por el carácter estructural de la desocupación y la exclusión social. La prostitución es una forma de violencia contra las mujeres, de violación de los derechos de las humanas, de explotación sexual, institución fundamental en la construcción de una sexualidad basada en el dominio masculino y la sumisión femenina y en la cosificación de nuestros cuerpos. No es, por tanto, una expresión de la libertad sexual de las mujeres. Por todo esto sostenemos que no se debe hacer distinción entre prostitución y trata forzada y voluntaria, ni entre prostitución infantil y adulta, ni diferenciar entre personas menores y mayores de 18 años. Estas distinciones legitiman prácticas de explotación sexual, transformándolas en aceptables y permisibles. Utilizan una falsa idea de elección y consentimiento que no reconoce los condicionamientos sociales e individuales y el complejo proceso que lleva a una mujer a ejercer la prostitución y las diversas formas, sutiles o brutales de coerción, no siempre demostrables. E-mail: niunavictimamas@yahoo.com.ar www.campaniaabolicionista.blogspot.com Facebook.com / campana.abolicionista

DIFERENTES ENFOQUES JURÍDICOS FRENTE A LA PROSTITUCIÓN

Campaña Abolicionista “NI UNA MUJER MAS VICTIMA DE LAS REDES DE PROSTITUCION”
La prostitución es el más violento punto de unión entre patriarcado y capitalismo, ya que reúne explotación económica y violencia de género. Las cifras son contundentes: en el informe del año 2000 del Fondo de Población de Naciones Unidas, se estimaba que cada año 4 millones de mujeres y niñas/os ingresan en los prostíbulos del mundo para ser consumidos sexualmente. El 90% de los casos de trata y tráfico son de mujeres y niñas para prostituirlas. Según Naciones Unidas, durante 4 siglos 11 millones de personas fueron reclutadas en África para el sistema esclavista, mientras que solamente desde el año 1990 al año 2000, más de 30 millones de mujeres y niñas/os fueron traficadas en el Sudeste Asiático. La globalización del mercado del sexo, unida a la pobreza expone a millones de mujeres y niñas/os excluidas (la población más vulnerable) al riesgo cierto de ser víctimas de tráfico y trata. En general, los Estados establecen tres marcos jurídicos sobre los que basan sus posturas frente a la prostitución: ellas son LA PROHIBICIÓN, LA ABOLICIÓN o LA REGLAMENTACIÓN. LA PROHIBICIÓN: implica la sanción y el castigo, tanto para quienes acepten un pago a cambio de sexo como para quienes lo demanden. Penaliza la totalidad del sistema. Lo cierto es que en el marco de la cultura patriarcal la tendencia es a penalizar a las mujeres en situación de prostitución y a absolver, en la mayoría de los casos, a los clientes-prostituyentes LA ABOLICIÓN: El abolicionismo afirma que todo tipo de prostitución es explotación del cuerpo de otra/o y la considera como un grave atentado contra la dignidad de las mujeres, ya que las que se encuentran en estado de prostitución son mayoritariamente mujeres. Esta postura ideológica, ética y política postula la desaparición de la prostitución y tuvo siempre el apoyo de gran parte del movimiento feminista. Considera que las mujeres en situación de prostitución son víctimas. No reconoce diferencia entre prostitución “libre” y “forzada” porque las situaciones de prostitución no se dan nunca en libertad, las mujeres son consideradas, en todos los casos, como mercancías. Todas son violencias contra las mujeres que se explican a partir de la existencia de la institución social de la prostitución. Las abolicionistas nos oponemos a toda posibilidad de reglamentación o legislación, ya que sería perpetuar la injusticia. Como feministas no apoyamos ni reivindicamos las opciones que sirven para los intereses de dominación patriarcales y refuerzan los sistemas de género (construcciones sociales alrededor de los sexos). Los argumentos sobre “asunción voluntaria” incluso “complaciente” de las funciones que el patriarcado nos asigna los consideramos una de las formas más eficaces de mantenimiento y reproducción del sistema de género (y en general de todo sistema de explotación social). Nuestro país tiene tradición abolicionista ya que ha firmado y ratificado la “Convención contra la Trata de personas y la Explotación de la prostitución ajena” (Naciones Unidas 1949), en la que se establece que el delito del tratante se configura aunque la víctima haya dado consentimiento. ¿Por qué entonces hay parte de nuestra sociedad que se resiste a la causa abolicionista? Son muchos los motivos, como algunos de los prevalecientes deberíamos anotar: • porque es en nuestra cultura patriarcal en donde la prostitución está asociada a la sexualidad masculina. • porque permite un control “moral” que nos divide entre “buenas” y “malas” y esto debe seguir existiendo para mantenernos disciplinadas. • porque, además, es un negocio sumamente redituable, que habilita múltiples negocios igualmente redituables, en un sistema en donde el lucro es un valor primordial. LA REGLAMENTACIÓN: Bajo este marco jurídico al Estado le correspondería censar y registrar a todas las prostituidas, darles un carnet identificatorio, controlar sus enfermedades de transmisión sexual a fin de evitar contagios a los clientes-prostituyentes, habilitar los locales para tal fin, establecer las zonas permitidas y cobrarles impuestos a todo el sector dedicado a éste “negocio”. Los reglamentaristas contemporáneos, conservadores ó modernos y liberales, continuadores todos de la tradición pro-prostitución, convalidan y legitiman el uso sexual de las mujeres. Para ello utilizan varias justificaciones: Los conservadores, herederos directos de aquellos del siglo XIX y gran parte del XX, son los que consideran a la prostitución un mal necesario y proponen un control sanitario y moral sobre las mujeres. Consideran la prostitución como un mal inevitable, que es necesario aceptar y reglamentar para evitar la clandestinidad en la que se ejerce. Al Estado le cabe el rol de control sobre esta “actividad”. Los “modernos y liberales” defienden la “libertad de elección”, están a favor del “consentimiento” y señalan a la prostitución como una de las formas de ejercicio de la sexualidad. ¿A qué libertad aluden estos sostenedores de la prostitución? Sin duda, se refieren a ellos mismos, hablan de la libertad de los usuarios de prostitución. Para las mujeres, los servicios prestados en esas condiciones, no constituyen prácticas sexuales mucho menos deseadas. Son prácticas de sobrevivencia. Se impone a las mujeres el acceso a su cuerpo por un precio. ¿Dónde esta la libertad? Curioso consentimiento que encubre relaciones sociales de desigualdad entre mujeres y varones, pobres y ricos, adultos y niñas/os. Dicen favorecer a las mujeres en situación de prostitución, protegiéndolas. Les imponen con este motivo: su registro, controles sanitarios periódicos, lugares predeterminados donde realizar la “actividad”, preservativos que podrán usar mientras el cliente-prostituyente no se oponga. Con estas medidas lo que en verdad se favorece es la explotación de la prostitución ajena en lugares cerrados, autorizados, con “libreta sanitaria” y con normas rígidas a cumplir, por parte de las prostituídas, bajo la vigilancia de los proxenetas y los fiolos, todo ello con la complicidad policial. Al reglamentar la prostitución, se esconde la figura de explotación sexual, sus víctimas serán ahora “trabajadoras”. Los explotadores (proxenetas y fiolos) serán, ahora, “empresarios”. Se está legitimando así la “industria de la prostitución” mediante unos compradores que siempre se mantienen invisibles. Cuando una sociedad reglamenta la prostitución, no se limita a poner normas, sino que está dando un sistema de valores con un mensaje para toda la sociedad: es legítimo el uso comercial del cuerpo de las mujeres y esto se convierte en el paradigma de la sexualidad. Al mismo tiempo que la prostitución reglamentada concede al conjunto de varones la autorización moral y social para participar, sin responsabilidad ni escrúpulos, en la explotación de las mujeres ejerciendo su poder sobre ellas mediante la mediación del dinero. El sistema prostitucional está relacionado con la pornografía, el turismo sexual, las líneas eróticas, el ciber-sexo, los sex-shops, los anuncios y publicidades, los programas televisivos que exponen a las mujeres como mercancía. Combatir la prostitución oponiéndose a su reglamentación implica, también, combatir el conjunto de actividades montadas alrededor de la mercantilización del cuerpo femenino. Miremos qué les ha pasado a los países (casi todos del primer mundo) que han legalizado o reglamentado la prostitución. El tráfico y trata con fines de prostitución se ha convertido en una “industria” floreciente. Las mujeres y niñas/os que van a ser prostituidas provienen mayoritariamente de países pobres y son súper explotadas y esclavizadas en los locales para ese fin. Se ha banalizado y difundido el comercio sexual. No todas las mujeres en situación de prostitución quedan incluidas en esa falsa legalidad, pues sigue en parte ilegal, con dineros y con mujeres indocumentadas traídas mediante tráfico y trata. Se han aumentado la cantidad de prostíbulos. Se han diversificado otras formas de explotación sexual. Nosotras, las mujeres involucradas en la Campaña Abolicionista “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”, repetimos sin cansarnos que todas tenemos el derecho inalienable a ser libres. Proponemos: • Exigir que no se condicione la Ley contra la trata de personas por razones de presupuesto. • No perseguir, discriminar, ni penalizar a las personas en situación de prostitución. • Puesta en marcha de un verdadero proyecto igualitario entre mujeres y varones consensuado y con seguimiento de las organizaciones que sostenemos esta propuesta. • Trabajo genuino y con nivel de vida adecuado que permita satisfacer todas las necesidades. • Espacios de apoyo y contención para todas las víctimas de las redes de prostitución. • Potenciar a través políticas públicas sobre la educación y los medios de comunicación una práctica de la sexualidad desde condiciones de dignidad y respeto no sexistas, no androcéntricos (centradas en el hombre) y no discriminatorias. • Campaña que desnaturalice la prostitución, señale los daños que produce en las mujeres y marque la responsabilidad del “cliente”- prostituyente. • Penalización de sitios pornográficos, paidófilos, racistas y el turismo sexual con penas de cumplimiento obligatorio. www.campaniaabolicionista.blogspot.com Facebook.com/campana.abolicionista E mail: niunavictimamas@yahoo.com.ar

22/5/16

“Luego de mirar de lejos una se pregunta y yo pase por eso?? Estoy viva?”

Palabras de una sobreviviente de la prostitución. “EN EL 2004 CREO NO RECUERDO BIEN AMMAR CTA, PARTICIPAMOS COMO TRABAJADORAS SEXUALES, Y FUE EN ROSARIO TAMBIÉN, PORQUE ALLÍ CONOCÍ A SANDRA CABRERA, RECUERDO QUE NOS ATACABAN Y YO ERA UNA DE LAS QUE MÁS ÉNFASIS PONÍA EN DEFENDER EL “TRABAJO SEXUAL”. RECUERDO ESTA FRASE MÍA: “ES MI TRABAJO PORQUE ES UNA CONSTRUCCIÓN MÍA, Y SI ES DE TODAS, ES UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL”.JA! ME GANÉ UN APLAUSO! BUENO, ESO ES HISTORIA. HOY YA NO ES “UN TRABAJO”. FUE LA PEOR DE LAS EXPERIENCIAS QUE AUN ME CUESTA LIBRARME. ME CUESTA ENCONTRAR A DELIA, PUES ALLÍ SE CONSTRUYE UN PERSONAJE CON OTRO NOMBRE, CON UNA PSEUDA SEDUCCIÓN QUE TE VA LLENANDO DE IMPOTENCIA HASTA QUE REVENTÁS. UN DÍA DELIA EXPLOTÓ Y DESTRIPÓ A ANITA. DELIA SE ENFERMÓ, PERDIÓ SU ÚTERO, FUE MEDICADA SIQUIÁTRICAMENTE Y COMENZÓ UNA LENTA RECONSTRUCCIÓN. ANA SE FUE QUEDANDO EN EL PASADO HORRIBLE, DOLOROSO, SANGRANTE, HUMILLANTE, ASQUEROSO. LA PROSTITUCIÓN NO ES UN TRABAJO ES VIOLENCIA” La verdad que leo tantas cosas sobre el reglamentarismo y me descompongo. Porque no se puede ser tan hipócrita y lucrar con el cuerpo y la mente de otra. Yo la verdad en estos tiempos estoy profundizando sobre esos años y me doy cuenta lo afectada que estuve y aún estoy, ya que van hacer 10 años que dejé “la puta esquina” y aun no pude relacionarme con un hombre. Entre otras cosas, aún tengo pesadillas, pánico a todo lo fálico, asco a los olores sobre todo a perfumes y al alcohol. Cómo pueden insistir que es “un trabajo” cuando la que sale no sale sana? O viva, conociendo un poco la calle? Allí se entretejían historias de vida. Todo sucedía en la calle: amenazas de los maridos -fiolos, terror constante de las mujeres. Abortos espontáneos de mujeres que venían a ser penetradas con un aborto en curso??? pueden imaginarlo???? Mujeres menstruando, todas a comprar esponja para que una introduzca a la otra. Teníamos un espéculo y así lo hacíamos. Imaginen el primer día de menstruación. Los espasmos y que te penetren 8.9.10 tipos. Saben lo que es eso? Luego cuando el cuerpo descansa? Miren estoy llorando ahora. Porque recuerdo cosas aberrantes de los tipos y de la SRA EJECUTIVA DE AMMAR DEL CARIBE. Yo dormí con ella. Yo sé sus secretos. Cómo podes bregar con fundamentos lo que vos misma no crees? Lo que a vos misma te dolió? Y yo sé, ahora hay otras, pero es lo mismo. Yo la verdad no la hago larga. Yo sé lo que me afectó a mí y a otras tantas. Yo sé cómo cayó la violencia sobre mi cuerpo, mi psiquis y mis emociones. Yo vi, mis ojos lo vieron, a la sordomuda, traer a su niña y mientras ella hacía su pase la niña quedaba afuera. Yo vi a la mujer recién parida, con los efectos del puerperio, caminar con su cochecito con el bebé y cuando llegaba el putero, el fiolo quedaba con el bebé. Yo no necesito debate por si es “autónomo”, “autogestivo”, “redituable” y todas esas consignas decorativas. Porque yo ya lo hice. Yo ya pensé así y TODO ES UNA GRAN FARSA AQUÍ Y EN LA CHINA. Yo sé una sola verdad ahora y pasó por mi vida. Sé que no se puede llamar trabajo y punto. Yo vi morir a Érika con 36 años. La noche anterior la penetraron por el ano y no soportó. Yo vi morir a r…vi morir a g… Érika era mi amiga. Y yo la llevé porque era “un trabajo”. Se dan cuenta? Cómo no repudiar ahora y siempre. Nunca es un trabajo. La prostitución es violencia. Luego de mirar de lejos una se pregunta “y yo pase por eso”?? “Estoy viva”? Hoy me sostengo, con la vida misma, porque sé que otras no están para contarlo. Cómo g.. que se colgó de una soga por tanta soledad, adicción y uso y abuso de su cuerpo. A veces mis secuelas físicas me hacen acordar porqué tengo intensos dolores de huesos y articulaciones: por el frío que tomaba en la esquina. Recuerdo una vez, estaba dura de frío y mi compañera tenía los labios azules. A mi me levanta un auto y en el hotel. El putero me dijo: “date una ducha flaca, estás helada. Así no me vas a calentar”. A mi no me importó. Sólo era un momento de estar en un lugar calentito. Por eso yo no podría debatir con esas mujeres porque a muchas las conozco. La conozco a Eugenia de Córdoba, a las de Rosario, porque cuando fui al Encuentro Nacional de Mujeres como “trabajadora sexual” yo le servía a Elena. Porque estaba estudiando psicología social, entonces querían demostrar que el trabajo sexual servía para estudiar también. Era una falacia, porque no todas podían estudiar. Eso es real. Así sucedió. Yo no invento porque pasó por mi vida y después de muchos años, está saliendo a luz. Delia Escudilla-ex puta de la calle-Psicóloga Social-Activista abolicionista. Fuente: Mujeres por la abolición de la prostitución. (Facebook)

10/5/16

COMUNICADO MALEZA: REPUDIO A LAS AGRESIONES REGLAMENTARISTAS

Repudiamos la violencia con la que se están refiriendo a las mujeres y travestis en situación de prostitución y sobrevivientes que redactaron una carta a la comisión organizadora del próximo Encuentro Nacional de Mujeres, con motivo de su posicionamiento ante el pedido de apertura de un taller sobre “trabajo sexual”, solicitado por mujeres referenciadas en AMMAR, la CTA y la Red TraSex. Las acusaron de “fascistas” en las redes sociales, a ellas en particular por haber escrito una carta con el posicionamiento y al abolicionismo en general, quedando clara la acusación de “las abolicionistas son fascistas”. Repudiamos las falacias que una y otra vez se construyen en las discusiones, y en esta instancia no consideramos ingenuamente que sean meras formas de ver las cosas. Hay discursos amparados por instituciones nacionales e internacionales con intereses económicos detrás: la prostitución es un lindo, hermoso, perfecto negocio; levanta la economía de los países, hay informes de la OIT que así lo afirman y alientan a los países a regularla como trabajo. La prostitución es una institución tan moralista como el matrimonio, de hecho lo sostiene. Sostiene la hipocresía de maridos, padres de familia y curas cobardes, que juran amor monogámico “para toda la vida” y pretenden que sus esposas sean madres fieles y puras. La prostitución sostiene esa caca y mucho más pero el punto aquí no es determinar cuán moralistas son las reglamentaristas ni cuan hipócrita resulta su acusación ni cuántas lo eligen y cuantas no, ni si son víctimas o superheroínas… En este país, la prostitución es legal, sucede que en la cadena capitalista de corrupción política e incongruencias interesadas, esta legalidad convive con prácticas persecutorias y coimeras. El abolicionismo no es prohibicionismo, no es el que te encierra en el calabozo, sino el que te da las herramientas para salir libre. Porque abolicionismo no es prohibicionismo, debemos exigirle a un estado abolicionista como el nuestro que defienda los derechos humanos de todas las mujeres y travestis. Les resulta complejo entender la “constante asociación entre trata y trabajo sexual” que realizamos, sostienen que es demasiado forzada e inexplicable, se preguntarán ¿qué tiene que ver que las chicas en cautiverio sean explotadas sexualmente?. No, si no tiene nada que ver! Son cosas muy distintas; tan distintas que podemos preguntarle a los señores clientes, ellos saben perfectamente distinguir a una chica tratada de una trabajadora sexual a la hora de solicitar un pete. ¡Por favor, qué ganas las nuestras de mezclar las cosas! Nos preguntan ¿qué nos da miedo? Nos da miedo que la red de proxenetismo pueda crecer, que la reglamentación del trabajo sexual sea la pantalla perfecta para que estas redes se expandan bajo un maquillaje de legalidad, como ya sucede de hecho en los países regulacionistas. Todo esto impulsado desde el mismo feminismo ¿?? Loco. También nos da miedo Mauricio Macri, el relativismo extremo y muchas otras cosas que no vienen al caso. Volviendo al punto, en relación a la ley anti trata, la sospecha de ser víctima no debería ser un problema, en todo caso la sospecha de ser victimaria! ¿No?¿Por qué les preocupa tanto? Eso nos preguntamos nosotras. Claro que la yuta es violenta y hay que luchar contra los allanamientos violentos y las coimas y la criminalización ¿pero por qué no luchamos por cambiar los modos? ¿O acaso no queremos que haya ninguna política de desmantelamiento de las redes? Desde Maleza entendemos que las mujeres que se autodenominan como trabajadoras sexuales están en su legítimo derecho de hacerlo, pero no vamos a tolerar que nos digan fascistas a las abolicionistas. Menos aun cuando se la pasan negando las voces de las que no están de acuerdo con ellas, cuando miran para otro lado cuando en el mismo espacio de taller, a unos metros nomás, hay una mujer igual a ellas pero con los ojos llenos de angustia que entiende a la prostitución como violencia. Está bueno contarles a ellas que en un trabajo usar la cabeza es lo mismo que usar el orto. Totalitarismo es buscar regular como trabajo una práctica de subsistencia que muchas de las travestis y mujeres en prostitución NO ELIGEN y que expresan públicamente que se verían muy perjudicadas si esto sucediera. “- hola, necesito trabajar - sí buenísimo, podes prostituirte porque es un trabajo legítimo, - ah, pero no me quiero prostituir, - claro, pero es un trabajo y no tengo otro ¿sabés linda?” No hay consenso compañeras. Si quieren abrir un taller paralelo porque no se bancan los procesos de debate en la búsqueda de acuerdos, que es lo que le da legitimidad a las luchas, estamos en problemas. De cualquier forma, aunque empobrezca el debate y haga imposible una lucha común es desde ya atendible, pero lo atendible no lo vuelve legítimo mientras quieran imponer una legalidad sin acuerdo que regularía para todas no sólo para ellas. La carta que repudia el surgimiento del taller, REITERAMOS, está escrita por mujeres y travestis que están o estuvieron en situación de prostitución. Es su voz, es su respuesta, evidencia los grados de invisibilización para voces que son sistemáticamente desconocidas en las mismas discusiones. Si ahora les parece fascistas, guou, se fueron al re pasto. Es triste que les/nos digan fascistas y creemos que es un paso atrás para la liberación de las opresiones, y que el proxenetismo brinda mientras nosotras nos seguimos peleando. Como feministas, nuestra tarea es exigir un abolicionismo real y no careta como el que hay, que se ocupe de derogar los códigos contravencionales que quedan y que criminalizan a mujeres y travestis en situación de prostitución tanto como a las trabajadoras sexuales, para armar cooperativas de trabajo para las que quieran no prostituirse más, para defender los derechos de las que sí quieran seguir prostituyéndose, para armar redes de defensa en los barrios populares donde se están llevando pibas para prostituirlas, para extender las experiencias de educación, formación para mujeres y travestis que no quieren prostituirse más y otras tantas cosas más. NO VAMOS A TOLERAR QUE LES DIGAN FASCISTAS A LAS MUJERES Y TRAVESTIS PROSTITUIDAS QUE NO PIENSAN COMO USTEDES. Acompañamos totalmente las voces de quienes escriben la carta y nos parece fundamental preguntarnos por los límites éticos de nuestras acciones y creaciones políticas. Un taller que puede derivar en la regulación que no goza de consenso entre el colectivo de mujeres que se verían afectadas directamente (ni hablar de todas) y que además puede facilitar el fortalecimiento de las redes de trata en nuestro país como pasa en otros donde está regulado, nos preocupa mucho y llama a pensar con responsabilidad, por más atractivos que puedan sonar los discursos. Pensar y sentir en profundidad. Salud!

Nota enviada a la comision Organizadora del ENM Estimadas Mujeres de la Comisión Organizadora del XXXI ENM en Rosario – Santa Fe:

Sabemos lo difícil que es gestionar la organización de un ENM, también sabemos y sentimos la comprobación corporal de la potencia de cada Encuentro y la expansión, problematización y profundización del feminismo que se da en cada uno de ellos. Muchas mujeres comienzan a trabajar conscientemente la perspectiva de género en sus organizaciones o lugares de trabajo (escuelas, hospitales, centros comunitarios, universidades) a su regreso de los ENM. La vibración que produce el encuentro genera resonancias, lazos y acciones. Es por la valoración que tenemos del ENM que nos dirigimos a Uds. desde todo el país para acercarles algunas reflexiones: Escribimos ésta nota resistiendo ante el peligro de que toda esta intensidad diversa y superadora de nuestra realidad sea trabada por las intervenciones – sin lugar a dudas dirigidas, conscientes e intencionadas - de grupos que promueven y se embanderan con el proxenetismo. Se trata de organizaciones de alcance nacional e internacional con estructuras decisionales concentradas en intereses de explotación y así el mantenimiento de inmensas ganancias. Puntualmente estamos hablando del taller sobre " ESTRATEGIAS para REGULAR/REGLAMENTAR el TRABAJO SEXUAL " pretendido por AMMAR CTA, el cual clara y estratégicamente esta fecundado con el ánimo de crear controversia y sentar precedente en cuanto a que el propio ENM lo visibilice de esta manera, como "trabajo". Queremos reafirmar que para nosotras la prostituciòn es violencia y que se quiera convertir en un “derecho a decidir” es bregar por la cosificación y la mercantilización de nuestros cuerpos. Creemos que ésta es una idea que viene de la mano del liberalismo y que hace caso omiso de cómo somos constituidas las mujeres en el patriarcado heterosexual. La Institución de la Prostitución está asentada sobre las bases de desigualdades de sexo, de género, culturales, políticas y económicas; sobre discriminaciones, racismo y violencias de todo tipo. Todas estas relaciones de desigualdad nos marcan claramente que es imposible la existencia del “concepto de contrato” que las voces del proxenetismo nos sugieren, nos quieren “naturalizar” y hasta se atreven a postularlo como “estrategia de protección”. Para nosotras la prostitución NUNCA es autónoma, el fiolo o proxeneta se llama con nombre propio (a veces) y con nombre de instituciones del patriarcado SIEMPRE. Regular o reglamentar esta violencia no nos da derechos, al contrario nos somete y nos paraliza a todas las mujeres que así veríamos como válido el que nuestros cuerpos (los de nuestras hijas, nietas, etc…los de todas) sean utilizados por los prostituyentes, consumidores de cuerpos de humanas y humanos (mal llamados clientes) para su manipulación y su capricho ( así es como la PROSTITUCIÓN es considerada por el feminismo como un PRIVILEGIO NETAMENTE MASCULINO ), en virtud del dinero que ellos tienen y nosotras no y en esta violencia también están incluidas las personas travestis. ¿Nos atreveríamos - dentro de un ENM - a aceptar un taller donde se hable y se organicen propuestas para que se concrete este ATENTADO A LOS PRINCIPIOS de IGUALDAD y de NO DISCRIMINACIÓN? Creemos en el LIMITE ETICO de los TALLERES: ningún taller puede conducir a perpetuar las violencia sobre las mujeres, ni servir como disparador de propuestas que hagan la apología de violaciones de DDHH hacia las mujeres, ni retrocesos en las conquistas de derechos que hemos logrado, amén de violar la constitución ya que la Convención del 49 y la Ley 12331 están vigentes en la Argentina, la actual Ley contra la trata con respecto a la cual exigimos presupuesto y así podríamos sumar una extensa lista de leyes y tratados internacionales que Uds. seguramente conocen. Resistiendo la manipulación de muchas de las enviadas por el proxenetismo nacional financiado por el internacional proxenetismo, con la esperanza de que los encuentros sigan siendo un espacio de juntada entre mujeres feministas y no feministas que propicie las aperturas, la creación de nuevas maneras de mirar nuestros derechos y librarnos del patriarcado heterosexista que aliado al capitalismo nos somete, nos explota y nos oprime es que mandamos esta nota con el firme pedido de reflexión sobre este tema tan delicado para nuestros derechos y el consiguiente rechazo, por parte de esa organización, del pedido de AMMAR CTA. Así lo creemos nosotras las sobrevivientes de este mal naturalizado a nivel mundial, las sobrevivientes de la trata, de la explotación sexual y del sistema prostibulario que tan hábilmente ha sabido nutrirse siempre de las mismas, de las mujeres, y así mismo hábilmente usa a las mismas para perpetuarse en este sistema. Para ello hemos dado muestra con nuestros propios testimonios de vida, exponiendo así la opresión y violencia cada vez más latente. Nuestro deber como víctimas del sistema es NO dar lugar a perpetuar esta forma violencia de género y que nuestras compañeras feminista nos acompañen siempre en esta lucha desigual que nos convierte a todas en víctimas potenciales de la misma. No más víctimas del patriarcado, compañeras, es el compromiso de las feministas!!!! Cordialmente Sobrevivientes de la prostitución y la trata - feministas abolicionistas (listado de adhesiones)

14/11/15

Charla/Debate “PROSTITUCIÓN: LA VIOLENCIA MAS EXTREMA. El Abolicionismo como perspectiva ética y política”.

Despojarnos del Patriarcado para disfrutar de una sexualidad plena. La cita es en la Biblioteca Popular ELIEL ARAGÓN Viernes 20/11/2015 A LAS 19:30 Hrs. ¡¡¡LXS ESPERAMOS!! “Por toda esta ciudad, donde las pantallas parpadean con pornografía, con vampiros de ciencia ficción, con mercenarios victimizados doblándose bajo el látigo, nosotras además tenemos que caminar… tan simple como caminar entre la basura mojada y las crueldades de nuestros propios barrios que salen en la tapa de los diarios.” Adrianne Rich En el marco del próximo 25/11/2015, día en el que se conmemora el “DIA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES”, honramos a nuestras hermanas violentadas y desaparecidas por las manos de lxs hijos sanos del patriarcado. Para ello recibimos a nuestras compañeras, MIRTA FIORUCCI, Feminista, especialista en evaluación de la Universidad Nacional de La Pampa, ANDREA PICHILEF y SABRINA ORDEN, estudiantes de la Universidad Nacional de La Pampa y docentes, ambas Comunicadoras Sociales y Conductoras del Programa Radial “Alegre Rebeldía” que se difunde por FM Sonar 91.3, Santa Rosa, La Pampa, los Lunes a las 21hs., todas oriundas de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, quienes disertarán en la Charla/Debate “PROSTITUCIÓN: LA VIOLENCIA MAS EXTREMA. El Abolicionismo como perspectiva ética y política”.

1/3/15

08 de Marzo DIA INTERNACIONAL de las MUJERES

Un 8 de marzo de 1908, 129 obreras textiles fueron quemadas vivas en la fábrica Cotton (de Nueva York) en un incendio provocado por su empleador, reclamaban jornadas de 8 horas, que no se trabajara los domingos e igual salario por igual tarea. Conmemorando este hecho se declaró a esta fecha el Día Internacional de las Mujeres. Creemos que esta denominación nos incluye a TODAS. En la semana del 8 de marzo en conmemoración del “Día Internacional de las Mujeres” defendemos nuestras conquistas, reconocemos los desafíos y exigimos los derechos que aún no nos son reconocidos y por eso gritamos: LA PROSTITUCIÓN ES VIOLENCIA!!!! Queremos un mundo en el que todas las mujeres y las niñas podamos ejercer opciones de vida con mayor participación en la política, en la educación y vivir en sociedades libres de violencia y discriminación. Luchamos para seguir desnaturalizando la Explotación Sexual, la Trata de Personas, y para que la Prostitución deje de ser la única opción para muchas personas. Te esperamos para reclamar juntas por un mundo sin EXPLOTACIÓN, SIN OPRESIÓN. Jueves 5 de marzo – 11hs Nos encontramos en Maipú 48 CASA de NEUQUEN, para dirigirnos luego a Florida 274 CASA de SANTIAGO del ESTERO, a Perú al 100 LEGISLATURA de CABA y finalmente a Callao 445 CASA de MENDOZA – Presentaremos un documento de oposición a los proyectos de la Reglamentación de la Prostitución en las Casas de cada provincia donde las legislaturas lo han impulsado. – Volanteada frente a cada Casa de Provincia. Lunes 9 de marzo – 17.30 hs Nos encontramos en Sáenz Peña e Hipólito Irigoyen – Volanteada – Incorporación a la marcha junto al movimiento feminista ¡¡La prostitución NO es un trabajo!! ¡¡La reglamentación de la prostitución NO es la solución!! ¡¡Exigimos políticas de inclusión social, de SALUD, VIVIENDA Y TRABAJO FORMAL!! Abolicionistas Autoconvocadas/os Contactos para esta actividad: • Graciela Collantes (AMADH) 15 57 81 64 74 • Marta Fontenla (ATEM “25 de noviembre”) 15 65 43 21 52 • Marcela D´Angelo (Seminario de DDHH con perspectiva de género) 15 61 17 56 07 • Andrea Benítez (abolicionista autoconvocada) 15 55 74 03 08

25/2/15

“La prostitución es una forma de violencia”

Hablamos en Francia con Rosen Hicher, exprostituta y ahora líder de un movimiento contra el oficio más antiguo del mundo. Por: Zulma Ramírez - Sol Camacho - Olga L. González * / Especial para El Espectador Rosen Hicher comenzó una caminata el 3 de septiembre de 2014 en el último lugar donde se prostituyó y desde allí recorrió todas las ciudades en las que trabajó. Rosen Hicher se ha convertido en una figura en Francia. Después de haber ejercido la prostitución durante más de 20 años, y luego de una toma de conciencia progresiva y difícil, hoy milita abiertamente para que la prostitución sea considerada como una forma de violencia. Usted hizo recientemente una caminata de 800 kilómetros. ¿Por qué ese recorrido? Comencé la caminata el 3 de septiembre en el último lugar donde me prostituí y desde allí recorrí todas las ciudades en las que me prostituí hasta llegar al primer lugar, al primer cliente, porque es él quien nos convierte en una prostituta. Desde el momento en que se ha tenido un cliente, se es prostituta de por vida. Durante los 22 años que viví en la prostitución, no entendía que estaba siendo violentada, viviendo en la violencia, porque cada cliente es una violación, le permitimos que nos viole. Llegó un momento en el que se me hizo insoportable que se nos dijera que como mujeres “ahí tienen esa forma de subsistencia, ese medio para vivir y para comer”. La caminata fue también una forma abrir el debate y para que otras mujeres se pongan de pie y tomen la palabra para decir la verdad. Yo quería que otras prostitutas nos contaran lo que vivieron porque siempre escuchamos las mismas voces, las mismas personas que nos dicen que la prostitución es buena… Y es que cuando se está adentro, no se es consciente de lo que se está viviendo. ¿Encontró otras voces solidarias? Encontré voces de apoyo, otras prostitutas que vinieron a caminar conmigo. Es cierto que me ha sorprendido recibir tantas llamadas de mujeres diciendo “Sí, la prostitución es una forma de violencia, ¿pero cómo podemos hacer para salir de ahí?”. La solución no consiste en darle derechos a las prostitutas, hay que encontrar maneras de ayudarlas a salir de la prostitución. Si no le molesta, ¿podría contarnos cómo llegó a la prostitución? Llegué a la prostitución en marzo de 1988. Acababa de perder mi empleo y buscando en los anuncios encontré una propuesta de trabajo en un bar, a donde me presenté. Fue como reproducir algo que siempre había vivido, algo que no era en absoluto desconocido para mí. La primera prostituta que conocí me dijo: “Parece que hubieras hecho esto toda tu vida”. ¿Por qué daba yo esa impresión? Hasta entonces yo había trabajado en electrónica, estaba casada, ¡era madre de familia! Esa frase me dio vueltas todos los días durante 22 años. Así que me puse a escarbar en mi pasado y me di cuenta de que, en efecto, había estado en esa situación toda mi vida: fui abusada siendo muy joven, a los 16 años, por un amigo de mi padre; yo vivía con un padre alcohólico, así que había sido formateada desde muy temprana edad para ser prostituta. Cuando caí en la prostitución, no fue algo desconocido, puesto que la violación era algo ya vivido y considerado como un tratamiento natural y eso es grave porque el venderse no tiene nada de natural. ¿Cree usted que este es un recorrido frecuente? Durante 22 años conocí a muchas prostitutas. Cuando empecé a contactar asociaciones me di cuenta de que conocían aún más mujeres, y lo que me contaban me recordaba lo que me habían contado otras compañeras sobre sus vidas: prácticamente todas habían sido víctimas de violaciones, abusos, violencia doméstica, violencia familiar, violencia y alcoholismo de los padres; estos testimonios conciernen a un 98% de las prostitutas. ¿En qué momento usted es consciente de que la prostitución es una violencia? Siempre supe que era algo anormal, que prostituirse no era normal. Me hacía falta entender cómo había caído en la prostitución para lograr reconocer que se trataba realmente de una violencia y así buscar maneras para salir de ella. En ese entonces estaba viviendo con un hombre extremadamente violento, así que las dos situaciones a las que me enfrentaba eran violentas: violencia doméstica y prostitución. En ese momento era mas fácil prostituirme que soportar la violencia doméstica que me infligía un hombre del cual me sentía apasionadamente enamorada y entonces me dije “Voy a tener que dejar a alguno de los dos” y me separé de mi marido, cosa que me liberó la mente. Eso fue en 1998, tras 11 años de prostitución. Y luego, poco a poco me di cuenta de que aun estaba viviendo en la violencia, pero tuve que entender que esa violencia cotidiana era la prostitución y tenía que suprimirla. Ya había eliminado una, me faltaba la otra. ¿Y cuánto tiempo le tomó lograrlo? Diez años. Fue toda una carrera de obstáculos, ya que no sólo tuve que entender por qué caí ahí, qué me había llevado a esto, sino que también tuve que cuestionarme cómo iba a vivir sin la prostitución, sin el dinero de la prostitución. El dinero se vuelve una droga, es la única cosa que hace que uno continúe en esto. Me tomó unos 6 o 7 años entender las razones de mi caída en la prostitución y el resto del tiempo lo dediqué a buscar cómo iba a salir de allí. Esto ocurrió de un momento a otro. Para mí fue como una cura, una toma de conciencia de la violencia que vivía en mi cuerpo, que había experimentado en mi vida como mujer, vivido en mi carne… Porque no es fácil, y en un momento fue como una pequeña luz que se encendió allí y dije “¡No más!” y esto fue definitivo. ¿Tenía usted la impresión, estando en la prostitución, de que esas relaciones eran consentidas? Cuando yo estaba en la prostitución, sí, yo consentía, para mí era parte de mi libertad, de mis derechos como mujer que podía disponer de mi cuerpo, eso no era asunto de nadie, así que no entendía por qué querían prohibírnoslo. Ya afuera, nos damos cuenta de que en realidad necesitamos protección. Necesitamos que se nos informe y se nos proteja, ya que tenemos que lograr entender que se trata de un grave abuso, son violaciones. Una vez afuera se produce lo que yo llamo una revelación. ¿En qué sentido se sentía libre? Era mi cuerpo, y con mi cuerpo yo estaba haciendo lo que quería. Pero una cosa es cierta: si yo estaba haciendo lo que quería con mi cuerpo, los hombres que venían a comprarme no tenían por qué hacer lo que quisieran con mi cuerpo. Así que puede ser una libertad para una mujer, pero los hombres no deberían tener la libertad de comprar el cuerpo de una mujer. ¿Cree que es posible salir de la prostitución? Yo lo logré, luego es posible. Es un proceso largo, hay que empoderar a las mujeres para que lo logren. Esto significa mucho para muchas mujeres. Tienen que ser capaces de tomar conciencia de que cuando entraron en la prostitución habían sido víctimas de la violencia, así que hay que curar estas primeras violencias para sanar las otras, para sanar los actos de violencia que es el ejercicio de la prostitución en contra de las mujeres. ¿Qué puede hacer el Estado? El Estado puede hacer mucho, empezando por prohibir la compra: una mujer no está en venta, un cuerpo no se puede comprar; hay que poner en obra un arsenal de recursos, de capacitación, de apoyo y ayuda. Es esencial que los profesionales sean conscientes de que una mujer prostituta es víctima en todos los sentidos de la palabra “violencia”, por lo que primero deben tomarse un tiempo para descansar, necesitan un período, yo pienso que hay que aislarse un tiempo. Y luego proporcionarles a estas mujeres medios y avanzar de una manera diferente en sus vidas porque la salida de la prostitución genera mucho miedo. ¿Usted recibió apoyo de asociaciones? Me informé en muchas asociaciones y después hice un gran trabajo personal para entender mis razones y para reflexionar sobre cómo iba a salir y para saber cómo iba a sobrevivir luego. Y entonces todo ocurrió relativamente rápido, de un día para otro. Ahora vamos a leerle algunas frases que de una feminista colombiana, Mar Candela. Ella afirma: “La prostitución es un trabajo tan digno como cualquier otro”. ¿Qué opina usted? En primer lugar, no es un trabajo. En la prostitución no hay ninguna dignidad, nadie nos respeta, todas ocultamos nuestra prostitución, por eso no es digno, nunca será un trabajo. También afirma que “La prostitución es el ejercicio de nuestra sexualidad”. ¿El ejercicio de nuestra sexualidad? ¿Querrá usted decir la de los hombres? La prostituta no tiene sexualidad, ¡la prostituta se aguanta! Ella acepta sólo porque hay dinero, de lo contrario no lo haría. Dice Mar Candela que no existe una relación entre el tráfico de personas y la prostitución. Hay una gran cantidad de tráfico de personas. Por eso yo digo a menudo: si se están importando mujeres de países extranjeros, es porque hay demanda. Y si hay demanda, es porque todavía se autoriza la prostitución. El día en que no haya más demanda no habrá más venta ni importación de mujeres. Un cliente quiere una mujer blanca hoy, mañana una mujer negra, después una asiática… y para renovar la mercancía se tiene que ir lejos a encontrar a otras mujeres. Y estas mujeres son forzadas a menudo a venir bajo promesas como “Vas a convertirte en una modelo, vas a tener trabajo como camarera, etc.”, y luego se convierten en prostitutas. Ella también dice que “Las putas hoy deciden”. Debo decir una cosa: la prostitución, hoy, es igual que ayer. Estamos aquí para satisfacer los deseos sexuales de nuestros machos. Cuando un cliente viene con un billete de €100 y nos pide sodomía, sexo oral o golpearnos, aceptamos, pero no deseamos. Nunca se elige a un cliente, los clientes nos eligen. Yo nunca elegí a mis clientes, el cliente siempre me elegía, siempre es él quien decide y es él quien pide. No se puede decir “No”, porque si se dice no, no hay dinero. Si le dijéramos “no” a uno, les diríamos “no” a todos. Porque, de hecho, el día que empezamos decir “no” a un cliente es que hemos empezado a darnos cuenta de que lo que él pide no es normal… ¡y todos los clientes nos piden cosas anormales! Yo pasé por ese proceso, empecé a decir “no” a algunos, me tomó 2 o 3 años, pero tres años después de haber empezado a decir “no” a algunos, empecé a decirles “no” a todos. Es el proceso de toma de conciencia de la dominación en la que se vive, y es el comienzo de la curación. En Europa, el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución son inmigrantes, ¿sabe algo acerca de estas mujeres? Yo empecé a prostituirme en 1988. En ese entonces había 80% de francesas y 20% de migrantes. Cuando dejé la prostitución, en 2009, había 90% de inmigrantes y 10% de francesas. Se están importando muchas mujeres de Nigeria a Francia. Mujeres que nunca tuvieron identidad, niñas que nacieron sin identidad. Hay una gran cantidad de mujeres jóvenes de Europa del Este que se mantienen en la prostitución porque han secuestrado a sus hijos o porque han amenazado a sus familias, porque les quitan sus papeles y a menudo tienen papeles falsos, esto ocurre en Francia y en todo el mundo. Y aun así, se condena a la prostituta en lugar de ayudarla. En mi país se dice que es una víctima, pero es una víctima a la que se le condena. * Integrantes del grupo Aquelarre.

22/2/15

DIPUTADOS RECIBIERON FUNDAMENTOS CONTRA LA REGLAMENTACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN


Neuquén 10 de febrero de 2014

DIPUTADOS RECIBIERON FUNDAMENTOS CONTRA LA REGLAMENTACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN

Hoy Beatriz Kreitman, diputada de CC ARI, junto a los legisladores María Gabriela Suppicich (FIT) y Raúl Dobrusin (Upie), recibieron a integrantes de distintas organizaciones que presentaron, mediante un documento, sus fundamentos de oposición al Proyecto de Ley sobre la Reglamentación de la Prostitución. Un escrito que fue ingresado a la Legislatura de Neuquén, el pasado 5 de febrero pasado. También estuvieron asesores del diputado Ricardo Rojas, quien preside la Comisión de Desarrollo Humano y Social, donde deberá ser tratado el mismo.
En la reunión Kreitman dijo "que está dispuesta a dar el debate sobre estas cuestiones porque no se  puede desconocer que el negocio relacionado con la prostitución, la trata y la droga, mueven fortunas". Y en el contexto provincial, la prostitución crece junto con el boom petrolero, destacó.
Los legisladores coincidieron en la importancia de que se pueda debatir en la Comisión, teniendo distintas posturas. Por lo que se comprometieron en proponer y promover una actividad más amplia que permita el intercambio de ideas donde se expresen distintas miradas.
Carmen Capdevila integrante de esta Campaña Abolicionista destacó la necesidad de cambiar una conducta cultural que convierte a la mujer como objeto de consumo. Y remarcó que la prostitución es "un acto de devaluación de las mujeres y de todas las personas prostituidas que no puede ser considerada trabajo".

Prensa
Lic. Silvana Zavala Rubio
0299-156 355 935

20/1/15

Decimos NO! a la Regulación de la Prostitución en Neuquén

Gracias!!! a quienes ya adhirieron y quienes aún no lo hicieron estamos esperando su firma, todavía están a tiempo, solo envíen un correo a kasandrxs@yahoo.com.ar  diciendo que adhieren y lxs incluimos en el documento de oposición que presentaremos organizaciones e individualidades abolicionistas a la Legislatura de Neuquén
abrazos sororos para todxs!